viernes, 8 de abril de 2011

Limpiar el aire con plantas interiores

 
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Ciertas plantas de interior tienen la capacidad de limpiar el aire al remover los contaminantes. Hay cuatro criterios para discernir qué plantas limpian mejor el aire:

* Efectividad en la remoción de contaminantes de interiores: (formaldehído, benceno, y monóxido de carbono).
* Facilidad de crecimiento.
* Resistencia a las enfermedades y a los insectos.
* Capacidad de transpirar humedad.

Basándonos en estos criterios, las tres plantas más efectivas para remover los contaminantes son 
  • Rhapis excelsa (Lady Palm)
  • Ficus robusta (Rubber plant)
  • Hiedra inglesa (Hereda helix). 
Rhapis excelsa (Lady Palm),
Ficus robusta (Rubber plant),
Hiedra inglesa (Hereda helix)

Para mejores resultados, necesitas dos o tres plantas grandes (en contenedores de 25-30 centímetros) para cada 30-54 metros cuadrados. Si no tienes el espacio suficiente para una planta de porte grande, ubica plantas en las “zonas de respiración” de tu habitación (cerca de la cama o del escritorio de la oficina). 


Crecimiento interior

Las hierbas son adoradoras del sol, en su mayor parte. No toleran ventanas orientadas hacia el norte, o que reciban menos de cuatro horas directas de sol al día. 


Provisión de luz

Incluso cuando reciban sus cuatro horas diarias de luz solar directa al día, instalar una iluminación suplementaria es una necesidad. La luz proveniente de una ventana puede parecer brillante a tus ojos, pero su intensidad en invierno es, con frecuencia, menos de la décima parte que un día de verano.


Aclimatamiento gradual

Las plantas producen dos clases de hojas en respuesta a la luz fuerte o débil. 
Las hojas de luz fuerte son gruesas, fuertes, y estrechas. 
Las hojas de luz baja son angostas, más delicadas y más planas que las anteriores. 
No obstante, las hojas acostumbradas a importantes caudales de luz, más estrechas en su superficie, son menos eficientes a la hora de convertir en alimento la energía proveniente de la luz que las plantas acostumbradas a la luz escasa.

Una planta que está acostumbrada a recibir luz abundante, con frecuencia, se volverá marrón y soltará sus hojas en el interior. Esto se da porque no puede producir una cantidad suficiente de alimento para mantenerse. La planta intenta hacer alimento despojándose de las hojas ineficientes y produciendo hojas más eficientes en la parte superior del follaje (más cerca de la fuente lumínica). 

Cuando llevas una planta al interior de tu casa, la caída de hojas y el crecimiento del alto de la planta puede darse en semanas, e incluso días. Algunas hierbas no consiguen hacer esta transición lo suficientemente rápido como para sobrevivir. El romero es un ejemplo. Esta perenne de crecimiento lento no tiene la posibilidad de adaptarse a los cambios en la luz antes de comenzar a consumirse a sí misma.

Por supuesto, se puede tener una planta de romero en un ambiente interno (siempre que se lo haga en forma adecuada). Esto es lo que tienes que hacer: gradualmente ajusta la planta a la luz  exterior más baja. Ubícala en una zona de sombra parcial durante dos o tres semanas. Luego en un lugar más oscuro, también por dos o tres semanas. Sólo recién podrás llevarla adentro.


Suelo, fertilizante, y agua

Después de la luz, un suelo adecuado es el factor más importante para tener una planta de hierbas saludable. Salvo algunas excepciones, las hierbas necesitan de un excelente drenaje, especialmente durante los meses de invierno, cuando la tasa de transpiración es la más baja. Cuando las raíces se encuentran confinadas a una maceta o cantero, el agua y el aire no se mueven con facilidad. Para mejorar el drenaje sin sacrificar nutrientes, agrega arena de granos gruesos o perlita a un buen compostaje esterilizado de base mixta. La mayoría de las hierbas se sentirán a gusto con un suelo de un pH de entre 6 y 7 puntos.

En una maceta, los fertilizantes líquidos y la emulsión de pescado son una necesidad. Alimenta las hierbas una vez a la semana cuando las plantas se encuentren en proceso de crecimiento activo —no cuando se encuentren aletargadas—.

El suministro de agua es con poca frecuencia y abundante, y sólo cuando el suelo se encuentre seco. Cuando la tierra está seca al tacto, agrega agua hasta que ésta llegue al borde de la maceta. Si el agua no baja, posiblemente la maceta tenga algún problema de drenaje. En primer lugar, revisa que no se encuentren bloqueados los agujeros en la parte inferior. Si esto no es así, posiblemente debas replantar la hierba a un suelo con mejor drenaje.


Pestes y enfermedades

Las hierbas son susceptibles a pestes comunes, entre las cuales podemos destacar moscas blancas, arañas rojas, áfidos, piojos, trípidos y ácaros. En consecuencia, será prudente revisarlas.

Desinfecta toda la parte de la planta que se encuentra sobre la tierra sumergiéndola en una cubeta con agua tratada con un jabón insecticida. Agita las hojas vigorosamente durante un minuto o dos. Evita el desprendimiento de tierra. Lleva a cabo este procedimiento una o dos veces a la semana durante tres o cuatro semanas.





Como realizar un buen abono orgánico
El compost proviene de la descomposición de desechos orgánicos, como hojas, pasto, flores secas, restos de cocina CASCARA DE FRUTAS, VERDURAS, TODO MENOS DESECHOS ANIMALES, CARNES, que en periodo determinado van transformándose, en tierra rica en humus, Para realizarlo. Hay que acumular en un rincón sombrío del jardín, los desechos intercalándolo con tierra, bosta, humus de lombriz, harina de pescado o sangre seca para acelerar el proceso de descomposición. Tiene que haber humedad, aireación, y alta temperatura, hay que removerlo y regarlo regularmente. Hay que evitar la incorporación de ramas enfermas y maleza.   

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